Discurso Presidencial del 21 de Mayo de 2011:
Areas de Delincuencia, Narcotrafico y Acceso a la Justica:
En materia de seguridad ciudadana la mano está cambiando. Se está poniendo más dura con los delincuentes y narcotraficantes y más amigable con las víctimas y los ciudadanos. El año 2009, una de cada tres familias fue víctima de un delito. Cuatro de cada cinco chilenos vivían con temor. La droga y el narcotráfico seguían atrapando jóvenes y destruyendo vidas y habían transformado a Chile en el país de mayor consumo de América Latina. Esta situación producía rabia y angustia en nuestros compatriotas.
Con el apoyo de todos los sectores creamos el Ministerio de Interior y Seguridad Pública, implementamos el Plan Chile Seguro, los programas Barrio en Paz Residencial y Comercial. Aprobamos la reforma constitucional que crea la Defensoría de las Víctimas y pusimos en marcha los programas Vida Nueva y Vida Sana.
Y para superar el déficit de nuestras policías, estamos aumentando la dotación de Carabineros en diez mil efectivos y la dotación de la PDI en mil detectives, los cuales estarán en las calles protegiendo a la gente inocente.
Estamos implementando quince nuevos planes Cuadrante, para llegar al término de nuestro gobierno a operar en todas las ciudades con más de 25 mil habitantes.
Han transcurrido sólo catorce meses desde que pusimos en marcha una alianza estratégica entre el gobierno, las policías y la ciudadanía, para empezar a ganar la batalla contra la delincuencia y el narcotráfico y devolver a las familias una mayor paz y seguridad. El esfuerzo ha sido grande y ya empezamos a ver sus primeros resultados concretos. El año 2010 los delitos cayeron en un 16 por ciento, lo que significa que 222 mil 363 familias, en su mayoría de hogares vulnerables y de clase media, dejaron de ser víctimas de delitos. También el temor de los ciudadanos empezó a disminuir.
Hemos logrado la detención de más de 50 mil prófugos de la justicia, la recuperación del 80 por ciento de los automóviles robados, la incautación de casi tres mil 500 armas de fuego y, sobre todo, los mayores niveles de decomiso de drogas de nuestra historia. Todos conocemos la estrecha relación que existe entre armas, drogas y delitos. Cada vez que incautamos un arma ilegal estamos protegiendo la vida y cada vez que incautamos drogas estamos salvando niños y jóvenes.
Con el consumo excesivo de alcohol seremos inflexibles. El caso de Kevin Silva, joven al que visité en el Hospital Barros Luco y me contó cómo perdió sus piernas, cuando en la mañana de un domingo se dirigía a participar en una maratón, ha remecido la conciencia de todos los chilenos. Por eso presentamos un plan integral contra el alcoholismo y la droga, con metas y plazos exigentes, que incluye que toda persona que reincida en conducir en estado de ebriedad perderá definitivamente su carné de chofer.
Pero estamos plenamente concientes de que todavía nos queda un largo camino por recorrer. Jamás debemos olvidar que la delincuencia y el narcotráfico son enemigos poderosos y despiadados, y los debemos combatir siempre con decisión y todo el rigor de la ley.
El año pasado, y luego de recorrer varios recintos penitenciarios, encargué al ministro de Justicia un completo plan para mejorar la indigna situación de nuestras cárceles y presos. El 15 de octubre pasado pusimos en marcha un plan que incluyó la compra de miles de literas, colchones y frazadas resistentes al fuego; la reparación de baños y celdas; mejores condiciones de salud y visitas de familiares, y un estatuto laboral y educacional para mejorar la dignidad y facilitar la rehabilitación y reinserción social de los reclusos.
También iniciamos la construcción acelerada de cuatro nuevas cárceles, la incorporación de casi cinco mil efectivos de Gendarmería y la utilización de nuevas tecnologías, como el brazalete electrónico.
Días atrás dimos un gran paso adelante en materia de acceso a la justicia, con un plan piloto de justicia vecinal, que atenderá y resolverá, en forma simple y rápida, diferencias y conflictos de naturaleza familiar, comunitaria o vecinal, para evitar que conflictos chicos, por no ser resueltos a tiempo, crezcan y dejen la grande.
En materia de seguridad ciudadana la mano está cambiando. Se está poniendo más dura con los delincuentes y narcotraficantes y más amigable con las víctimas y los ciudadanos. El año 2009, una de cada tres familias fue víctima de un delito. Cuatro de cada cinco chilenos vivían con temor. La droga y el narcotráfico seguían atrapando jóvenes y destruyendo vidas y habían transformado a Chile en el país de mayor consumo de América Latina. Esta situación producía rabia y angustia en nuestros compatriotas.
Con el apoyo de todos los sectores creamos el Ministerio de Interior y Seguridad Pública, implementamos el Plan Chile Seguro, los programas Barrio en Paz Residencial y Comercial. Aprobamos la reforma constitucional que crea la Defensoría de las Víctimas y pusimos en marcha los programas Vida Nueva y Vida Sana.
Y para superar el déficit de nuestras policías, estamos aumentando la dotación de Carabineros en diez mil efectivos y la dotación de la PDI en mil detectives, los cuales estarán en las calles protegiendo a la gente inocente.
Estamos implementando quince nuevos planes Cuadrante, para llegar al término de nuestro gobierno a operar en todas las ciudades con más de 25 mil habitantes.
Han transcurrido sólo catorce meses desde que pusimos en marcha una alianza estratégica entre el gobierno, las policías y la ciudadanía, para empezar a ganar la batalla contra la delincuencia y el narcotráfico y devolver a las familias una mayor paz y seguridad. El esfuerzo ha sido grande y ya empezamos a ver sus primeros resultados concretos. El año 2010 los delitos cayeron en un 16 por ciento, lo que significa que 222 mil 363 familias, en su mayoría de hogares vulnerables y de clase media, dejaron de ser víctimas de delitos. También el temor de los ciudadanos empezó a disminuir.
Hemos logrado la detención de más de 50 mil prófugos de la justicia, la recuperación del 80 por ciento de los automóviles robados, la incautación de casi tres mil 500 armas de fuego y, sobre todo, los mayores niveles de decomiso de drogas de nuestra historia. Todos conocemos la estrecha relación que existe entre armas, drogas y delitos. Cada vez que incautamos un arma ilegal estamos protegiendo la vida y cada vez que incautamos drogas estamos salvando niños y jóvenes.
Con el consumo excesivo de alcohol seremos inflexibles. El caso de Kevin Silva, joven al que visité en el Hospital Barros Luco y me contó cómo perdió sus piernas, cuando en la mañana de un domingo se dirigía a participar en una maratón, ha remecido la conciencia de todos los chilenos. Por eso presentamos un plan integral contra el alcoholismo y la droga, con metas y plazos exigentes, que incluye que toda persona que reincida en conducir en estado de ebriedad perderá definitivamente su carné de chofer.
Pero estamos plenamente concientes de que todavía nos queda un largo camino por recorrer. Jamás debemos olvidar que la delincuencia y el narcotráfico son enemigos poderosos y despiadados, y los debemos combatir siempre con decisión y todo el rigor de la ley.
El año pasado, y luego de recorrer varios recintos penitenciarios, encargué al ministro de Justicia un completo plan para mejorar la indigna situación de nuestras cárceles y presos. El 15 de octubre pasado pusimos en marcha un plan que incluyó la compra de miles de literas, colchones y frazadas resistentes al fuego; la reparación de baños y celdas; mejores condiciones de salud y visitas de familiares, y un estatuto laboral y educacional para mejorar la dignidad y facilitar la rehabilitación y reinserción social de los reclusos.
También iniciamos la construcción acelerada de cuatro nuevas cárceles, la incorporación de casi cinco mil efectivos de Gendarmería y la utilización de nuevas tecnologías, como el brazalete electrónico.
Días atrás dimos un gran paso adelante en materia de acceso a la justicia, con un plan piloto de justicia vecinal, que atenderá y resolverá, en forma simple y rápida, diferencias y conflictos de naturaleza familiar, comunitaria o vecinal, para evitar que conflictos chicos, por no ser resueltos a tiempo, crezcan y dejen la grande.
Discurso Completo en: http://www.gob.cl/mensaje-presidencial-21-de-mayo-2011/
Fuente: http://www.gob.cl/