Por John C. Liu
Contralor de la Ciudad de Nueva York
Contralor de la Ciudad de Nueva York
Es
desalentador que en el Siglo 21 el Estado de Nueva York trata a los jóvenes de
16 y de 17 años como adultos ante la ley. Para ciertos crímenes serios nuestro
Estado procesa a jóvenes de apenas 13 años como adultos.
¿Alguien realmente cree que una persona de 13 años es un adulto, más allá de la seriedad del crimen que cometió?
El impacto de esta forma de pensar se siente sobre todo en las comunidades de color. De acuerdo con la División de Servicios de Justicia Criminal del Estado (DCJS) en 2010 más del 92 por ciento de los jóvenes de 16 y 17 años procesados y sentenciados a la cárcel en la Ciudad de Nueva York fueron afroamericanos o latinos.
La Asociación Penal de Nueva York informa que los adolescentes tan jóvenes que se mandan a prisiones para adultos tienen una probabilidad 36 veces mayor de suicidarse, 50 por ciento más probabilidades de ser atacados durante su encarcelamiento y con frecuencia son mantenidos en confinamiento solitario 23 horas por día.
El enfoque erróneo sobre la justicia juvenil se puede encontrar también en el sistema de escuelas públicas de la Ciudad. Un informe publicado por mi oficina; “El pico de suspensiones: cambiando la cultura disciplinaria en las escuelas medias de NYC” (The Suspension Spike: Changing the Discipline Culture in NYC’s Middle Schools) muestra que los estudiantes pueden ser arrestados por los agentes de seguridad de las escuelas por acciones que pueden violar el código de disciplina escolar pero que no son criminales en su naturaleza. Esto puede conducir a una participación temprana con el sistema de justicia juvenil poniendo a estudiantes en el camino de futura encarcelación que se conoce como “la ruta de escuela a prisión”.
En otras áreas la ley estatal reconoce lo que cada padre o madre sabe: un joven o una joven de 16 o 17 años no es un adulto maduro. Una persona de 16 años obtiene un permiso de conducir restringido. La edad legal para comprar alcohol es de 21 años.
La tan cuestionable práctica de procesar adolescentes de 13 a 17 años como adultos no hace que la Ciudad o el estado sean más seguros. Ochenta y nueve por ciento de los hombres jóvenes encarcelados como adolescentes son arrestados nuevamente antes de los 28 años y lo mismo pasa con el 81 por ciento de las mujeres jóvenes. En vez de rehabilitarlos estamos haciendo que los jóvenes comiencen un camino de crimen, arresto y encarcelamiento.
Hay mejores opciones para lidiar con jóvenes que son arrestados; otros 48 estados usan otros métodos. Les pido a los cinco fiscales de distrito de la Ciudad de Nueva York que apoyen los actuales esfuerzos para cambiar esta ley.
Fuente: La Tribuna Hispana USA
