Una de las fechas más conocidas del calendario de eventos internacionales se celebra, como hoy, cada 8 de marzo;
pero, sin embargo, apenas se conoce el verdadero origen de esta
conmemoración y, lo que es peor, se piensa, erróneamente, que se debió a
unos dramáticos sucesos: la muerte de 146 mujeres –en su mayoría,
jóvenes inmigrantes de origen italiano y judío– que perecieron durante
una huelga, en el incendio de la fábrica de blusas Triangle Shirtwaist,
de Nueva York (EE.UU.), mientras reclamaban una mejora en sus pésimas
condiciones laborales. Los empresarios, Max Blanck e Isaac Harris,
bloquearon las puertas –algo habitual en aquella época, para evitar
saqueos– cuando se declaró un incendio que calcinó el edificio de 10
plantas, convertido en una ratonera sin ninguna salida. Este trágico
suceso ocurrió realmente pero no sucedió el 8 de marzo de 1908 sino el
25 de marzo de 1911. Ese mismo año, los dueños de la empresa textil
fueron procesados pero, en diciembre, el gran jurado los declaró “no culpables” y los bomberos determinaron que el origen del incendio fue una colilla mal apagada.
Entonces, ¿cuál es el origen de esta fecha tan significativa? Lo propuso una sindicalista alemana, Clara Zetkin,
durante la Conferencia de Mujeres Socialistas que se celebró en agosto
de 1910 en Copenhague (Dinamarca), retomando una convocatoria que
efectuó el Partido Socialista de Estados Unidos, el 28 de marzo de 1909.
Aunque entonces no se instituyó ninguna fecha en concreto del
calendario, al año siguiente, Dinamarca, Suiza, Alemania y Austria ya
celebraron por primera vez el Día Internacional de la Mujer, el 19 de marzo de 1911.
En los años posteriores, la iniciativa se desplazó más al Este y corrió
a cargo de las mujeres rusas, declaradas en huelga para reclamar “pan y
paz” durante la I Guerra Mundial. Esto ocurrió el 23 de febrero de 1917, pero de acuerdo con el calendario juliano que entonces se encontraba en vigor en Rusia y que se correspondía con el 8 de marzo
del sistema gregoriano que se aplicaba en Occidente. Desde aquel
momento, esa fecha sirvió para reivindicar no solo los derechos
laborales de las mujeres, sino los de cualquier faceta de su vida.